Las rabietas o berrinches infantiles

Las rabietas o berrinches infantiles

¿Qué son las rabietas o berrinches infantiles?

Las rabietas o berrinches  forman parte  completamente normal del desarrollo natural de los  niños, es  el modo que tienen  de expresas su frustración o enfado ante una situación que no le resulta favorable. Por ejemplo en nuestro caso ocurre en el parque cuando hay niños esperando para montarse en el columpio y bajamos para dejar que se monten o simplemente cuando tenemos que esperar el turno.

Generalmente suelen producirse entre los dos y los cuatro años de edad aproximadamente, todos los niños las tienen a mayor o menos intensidad. Se pueden dar desde como un llanto intenso hasta reacciones como gritar, tirarse al suelo, patalear etc.. todas son totalmente normales.

De hecho, todos en  mayor menor medida tenemos rabietas,  lo único que como adultos las expresamos de modo diferentes. Seguro que no hace mucho has vivido alguna situación  de no poder mas, en la que has sacado esa frustración pero de otro modo, como la gestionamos los adultos. Por lo que tenemos que ser consciente que las rabietas nos van a acompañar durante toda la vida aunque van cambiado de forma.

¿Cuándo aparecen las rabietas ?

El cerebro del niño está en construcción, el área del cerebro donde se desarrollan las habilidades complejas como el pensamiento abstracto es la corteza prefontal, es esta la parte del cerebro encargada de filtrar nuestras emociones y  en los niños, esta parte del cerebro aún no ha terminado de formarse. No tienen filtros en cuanto a emociones se refiere.

Igual que ríen sin control, se enfadan sin control, todo es a causa de su desarrollo cerebral,  ya que la parte encargada del auto control aún no ha terminado de formarse.

Dicho todo esto, ni que decir tiene que cuando un niño sufre una rabieta no es nada contra nosotros, no nos está chantajeando ni pretende fastidiarnos el día, ellos son los primeros afectados, son los primeros que sufren ya que lo pasan realmente mal. Están madurando y son etapas que  tienen que pasar para seguir desarrollándose.

Ante todo tenemos que intentar mantener la calma y no perder los papeles, tenemos que acompañarlos en esta etapa tan delicada también para ellos.  Madurarán y las rabietas se irán en cuanto estén listos para ello, no depende de nosotros.

Las rabietas o  berrinches infantiles
Las rabietas o berrinches infantiles

Algunos consejos que a nosotros nos funcionan para llevar mejor  estas situaciones 

  • Si tienes una niña y no le gusta ponerse nada en el pelo pero a ti te parece que está muy bonita con ese lazo rojo que con tanta ilusión le compraste, sabes  que si intentas ponerle el lazo la cosa se va a complicar, va a haber llanto, sofoco, os podréis nerviosa y todo ¿ para qué?¿ es realmente necesario para ella llevar el lazo en el pelo? . Solución, si no quiere lazos, colas o turbantes no la fuerces, no se trata de nada vital para ella.
  • Sacas una camiseta y  tu hij@  te dice que esa camiseta no, intentas ponerle la camiseta pero la cosa empieza a ponerse fea,a la primera de cambio se enfada y te impide que le pongas la camiseta.  Solución: deja que elija la camiseta que quiera ponerse. Algo que en casa funciona es enseñarle varias propuesta de ropa y que ella decida, o ahora con dos años, directamente abre el cajón y  ella elije.  ¿Pero que barbaridad es esa de que un niñ@ tan pequeño  elija su ropa?, ninguna barbaridad, de hecho hay estudios que confirman que los niños a los que se les permite tomar decisiones, cuando son adultos son personas mas seguras. Solución: siempre y cuando tu hij@ no quiera ir con un jersey de lana en pleno verano o en camiseta de tirantes en invierno, no hay ningún problema en que elija la ropa que quiera ponerse.

Es muy importante siempre Valorar  que «batallas» merecen la pena ganar  o prevenir situaciones innecesarias que terminaran en rabietas.

  • Buscar otro punto de distracción a veces ayuda a salir de un berrinche o al menos suavizarlo.  Si vemos que se avecina una rabieta, podemos intentar  redirigir su atención hacia otra cosa que sepamos que le gusta y que puede interesarle; a veces esto  es muy difícil porque tienen todos sus sentidos puestos en el berrinche, pero si conseguimos captar su atención habremos avanzado bastante.
  • Respetar, ser pacientes, acompañar.  a veces sólo tenemos que esperar a que el berrinche pase otras nos permite actuar, por ello es muy importante que nos agachemos para estar a su altura y hablarle mirándoles a los ojos,  hacerles sentir que estamos para ayudarles.  Ante tono no debemos perder la calma, tenemos que ser capaces de conectar con nuestros hijos para saber que necesitar en ese momento.
  • La firmeza no esta reñida con el afecto: en las situaciones que es imposible ceder a los deseos de nuestros hijos. Ejemplo: Nosotros hemos pasado una etapa en la que Jimena no quería bajarse del columpio, decía que era suyo y no había forma de que bajara sin berrinche.  Poco a poco ha ido entendiendo que a los demás niños también le gusta y  está  para el disfrute de todos. Cariño, se que te encanta este columpio, pero  tenemos que dejar que los demás niños se monten. Vamos al tobogán y dentro de poco volvemos.

Respira, ten paciencia, has ejercicio, no olvides que el deporte viene muy bien para liberar tensiones

  • Contacto físico. Hay ocasiones en las que los abrazos sientan muy bien otras en las que los niños rechazan cualquier tipo de contacto en esos momento, esto no quiere decir que nos apartemos, por lo contrario, les haremos saber que estamos con ellos y los queremos. Dile todo aquello que te gustaría oír cuando estás pasándolo mal o lo que le dirías a tu mejor amig@ si lo encuentras llorando.
  • No hables. Hay ocasiones en las que  en pleno berrinche mejor no decirle nada  ya que el hacerlo aviva el enfado. En ese caso mejor acompañar, estar en silencio  y esperar a que pase. Si es posible establecer contacto físico mejor. 
  • Una vez que todo ha pasado  y esté todo tranquilo se debe hablar de lo ocurrido. De esta manera vamos trabajando la educación emocional con los más pequeños,  les ayudamos a identificar y poner nombre a lo que siente, hacerle ver que es normal y que tiene derecho a sentirse así. Debemos ayudarlos a validar sus emociones para que sepan que pueden expresar con sus padres lo que sienten y no tienen que reprimir sus mociones en su presencia . También podemos  preguntarles y buscar ideas para sobrellevar mejor la situación que ha desembocado en rabieta. 
  • Nunca usar chantaje emocional.  hay que transmitir que los queremos exactamente igual aunque esté teniendo una rabieta, no debemos amenazar con dejarlos solos, amenazarlos, etc.. . No negar contacto físico.
  • Si  vemos que la situación que estamos viviendo puede  llevar a que el niño se lastime o lastime a los demás, debemos  abrazarlos con firmeza para evitar que  esto ocurra, sin duda es nuestra obligación como padres.

Para terminar, no olvides que:

  • Las rabietas no son sólo cosas de niños, los adultos también las sufrimos.
  • Debemos acompañar y respetar a los mas pequeños cuando estas se produzcan, teniendo en cuenta que cada persona es un mundo y  cada uno tiene sus necesidades.
  • No es nada personas, ellos lo pasan realmente mal cuando estas se producen por eso siempre hay que actuar con mucho amor.

 

Fuentes consultadas:

https://edukame.com/las-rabietas-infantiles

http://www.pequefelicidad.com/2016/10/20-consejos-montessori-para-prevenir.html

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